Regla número 1 de la supervivencia: la gente siempre dice la
verdad. No puedo seguir esperando a que aparezcas sin llamar a la puerta, es
engañarse pensar que aún puede suceder cualquier día. “Cualquier día”, te
mentiste ayer. Hay una barrera que la incertidumbre hace cada día más gruesa y
no la vas a atravesar, nadie lo hará y llegará un momento en el que ya no quede
nada que recoger. Es tiempo de pensar hacia dentro, de cambiar la postura, de
dejar de comprender y empezar a componer, de rehacer. Seguro que algo está
esperando, pero no a tu espalda. Ciao, ciao te dicen sin tan siquiera decir adiós.
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